domingo, 8 de agosto de 2010

Nada no me es suficiente

Y porque te conozco mucho mejor que tu madre te digo: no te creo. Supongo que te habré preguntado unas seis veces qué te pasaba. Sueño tenés todos los días, así que no es excusa. Y nada, no existe. Es una pena que te hayas perdido parte de una linda tarde, y que la otra parte en la que sí estuviste, hayas tenido esa cara de ojete.
Y yo sé muy bien lo que te pasó. Sólo me hubiese gustado que lo reconocieras. Y sí, sos el mismo de siempre que piensa en los demás. Por quedarte esperándola a ella y los suyos, te perdiste de disfrutar a los propios.

sábado, 7 de agosto de 2010

Madre hay una sola

Tuve una sola madrastra. Muy lejos de ser la de Cenicienta, fue más bien una segunda madre. Con la diferencia que nunca actuó como tal, sino como una amiga mayor. No sé si por cola de paja por haber sido amante de mi padre durante el embarazo de mi madre o porque realmente me quería, siempre estuvo cuando la necesité. Incluso, ya siendo yo bastante mayor. Fue quien estuvo más tiempo con él. Llegaron a casarse vía Paraguay. Hasta que su deseo de ser madre ya no pudo prolongarse más allá de sus treinta años, y al año de nacer mi hermano, se divorciaron. Tal cual había sucedido conmigo, doce años antes.
Soy la única hija del matrimonio de mis padres.

viernes, 6 de agosto de 2010

Génesis

Ella tiene infinitas nueras. Infinitas. Pero sólo conoce a cuatro. Dice, aún, que no habrá mejor suegra que ella. Dice también adorarlas. Menos a una, claro. Guarda perfectamente en su memoria cada detalle de la vida de todas. Sabe fechas, lugares, nombres y actos. Habla de más, la mayor parte del tiempo. No calla nada, no se guarda nada. Recrimina. Incluso,lo que le hicieron ochenta años atrás. Ella tiene un humor exquisito. Y la capacidad de contar historias olvidadas. Ella llora de la risa. Y no le importa nada. No tiene vergüenza, aunque es pudorosa. Tiene muy mal carácter, pero hay que saber llevarla. Adora a su descendencia. Tapa lo que no le gusta y perdona. Pero sólo a ellos. A los demás, quisiera verlos bajo tierra. Tiene casi noventa años y la lucidez de una de veinte. Ella también tiene un ramo. Y tampoco es de flores.